jueves, 27 de septiembre de 2012

Crónica Fiestas 2012

Casi ya acabando el mes de Septiembre, tres semanas después de los días grandes de Caudete, creo que es un buen momento para comentar lo más destacable de lo acaecido en las Fiestas de Moros y Cristianos de este año, evitando la euforia propia de los días de fiestas y los que les siguen en que todo tiende a ser exagerado.

Y sin exagerar se puede decir que este ha sido un gran ejercicio festero para la Escuadra de Moros Abenzoares.

Justo en la víspera del inicio de las Fiestas, la prensa digital local se hacía eco de la iniciativa de la Escuadra Abenzoar de sacar un estandarte y, además, de la propuesta, auspiciada por la Asociación de Comparsas, para que los Abenzoares puedan optar al primer Premio Nacional de Comparsas Desfilantes, organizado por la UNDEF. Los motivos de esta decisión de la Asociación: "mostrar así el reconocimiento al buen hacer de los Abenzoares durante tantos años de desfiles".

Y este reconocimiento no acaba con la nominación para el premio. El desfile de la Entrada de este año será recordado como aquel en el que la tribuna de autoridades, con la gran mayoría de sus miembros puestos en pie, aplaudió y jaleó a la Escuadra, como ya hacía el publico situado a lo largo de la Plaza del Carmen. Por fin, nuestros dirigentes civiles y festeros parece que se están poniendo de acuerdo con el resto de nuestros seguidores (y eso que todavía no es año electoral).

Sin embargo, el desfile de la Enhorabuena pasó con más pena que gloria. A la Escuadra le faltó su clásica alegría al desfilar, aunque sí estuvieron presentes los típicos elementos de la forma de evolucionar de los Abenzoares. Puede que unas calles muy anchas (que alejan a los espectadores de los participantes en el desfile), y en algunos tramos casi vacías de público, enfriaran el ambiente provocando que nuestra "motivación" bajase bastante de nivel. 

Necesitamos un contacto próximo con el público. Para eso las calles de la parte alta del pueblo eran más apropiadas y acordes al espíritu abenzoar, y también más divertidas, si no oíamos la música porque el desfile se estiraba, obligado por lo estrecho de las calles, cantando se solucionaba todo.

En fin, ya se sabe que hasta el mejor escribano echa un borrón.

Abenzoares Forever!!


Abenzoares

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