sábado, 18 de agosto de 2012

Abenzoaras

Dicen las Leyes del Abenzoar que "Primero ellos, segundo los hombres y tercero, Abenzoares", toda una declaración de principios, que sin embargo acabó dejando de ser aplicada de forma estricta con el transcurso de los años, para dar paso a nuestra escuadra femenina, las Abenzoaras.

Y realmente la Escuadra salió ganando, siendo los años en que nuestras chicas participaron activamente en los distintos actos festeros (aproximadamente toda la década de los 90 y primeros años de la siguiente), algunos de los mejores ejercicios para nuestra formación. 

Las Abenzoaras absorbieron rápidamente el espíritu abenzoar y aportaron una mayor espectacularidad a nuestros desfiles, complementando el típico desfile al modo abenzoar con nuevos y vistosos elementos, ya desde su debut.  Esa primera aparición de nuestra escuadra de mujeres, quedaba muy bien relatada por Manu, nuestro querido cabo, en la Crónica Abenzoar de la mítica revista "1979-1990: Diez años de Abenzoares": Permítaseme hacer mención el temple mostrado por las ABENZOARAS en su primera -y única hasta el momento- aparición, cargada de notas "desorbitadamente sensuales y espoleadoras de la líbido" de la concurrencia varonil, como consecuencia de los voluptuosos contoneos y balanceos de sus atributos superiores. Y realmente no exageraba.

Que pena que nos volvieran a dejar solos...

Las Abenzoaras desfilando en 1992.

lunes, 13 de agosto de 2012

Capitanía Moros Nous Biar

Gracias a la invitación de mis tíos, capitanes este año de la comparsa de Moros Nous, he tenido la oportunidad de participar en las fiestas de moros y cristianos de Biar formando parte del boato de dicha capitanía.

Fue la del 10 de mayo una jornada repleta de sensaciones en el que nos reunimos la mayor parte de la familia junto con muchos amigos, tomando todos parte activa en la entrada de moros y cristianos. Unos desfilando en escuadras especiales, otros abriendo paso a la carroza de los capitanes o repartiendo al entusiasmado público pastas y mistela, para compartir la alegría del desfile.





El momento cumbre del día en cuanto a emociones fue sin duda la entrada de los capitanes en la Plaza de la Constitución, atravesando el pasillo formado por los participantes del boato, que cruzaba la plaza de punta a punta, entre los aplausos de todos los allí presentes.

En definitiva, resultó una jornada festiva, y festera, que quedará grabada en el recuerdo de todos los que participamos en ella, y que nos sirvió también para conocer mejor unas de las fiestas de moros y cristianos con más tradición entre las que se celebran por estas tierras.


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