
Hace unas semanas estuve en el circo y lo pasé bastante bien. No me pareció que los payasos tuvieran un papel menor en el espectáculo, aparecían cada dos o tres actuaciones "de las serias" ofreciendo unos minutos de relax y hasta de verdadera diversión. Al final, estos payasos recibieron sinceros aplausos por su meritoria actuación (ya se sabe que no es nada fácil hacer reir).
Comentando las distintas actuaciones con mi compañera de asiento coincidimos en señalar como bastante triste, lo más triste de la velada, la aparición de unos elefantes que desfilaron y realizaron distintas piruetas perfectamente alineados y coordinados a las órdenes de su domador. Pese a lo bonito del espectáculo, daba pena pensar en que los pobres animales habían sido privados de libertad y sometidos, lejos de su hábitat natural, a una disciplina tal que les permitía realizar perfectamente su trabajo.
Puestos a elegir yo creo que preferiría ser payaso.
Puestos a elegir yo creo que preferiría ser payaso.